sábado, 27 de febrero de 2016

Vidas de Cine XXXIX

 En esta entrega de: Vidas de Cine, podran leer sobre:  el mejor de los guiones para un film de: Los Hermanos Marx; Vincent Price y el maquillaje de un film; Frank Langella y sus condiciones para hacer de vampiro; un liquido que nunca debio haber bebidos Eli Wallach; y el premio que la Academia nunca le otorgo al film: Flesh Gordon. Todo esto a continuacion:

La famosa escena del camarote de: A Night at the Opera, 1935, dirigida por: Sam Wood , fue concebida practicamente por casualidad. El productor del film, Irving Thalberg, estaba empecinado en hacer la mejor pelicula de los Hermanos Marx, y no le gustaba nada como estaba quedando el guion. De mal humor, exigió a uno de los varios escritores no acreditados que trabajaron en el guion de: A Night at the Opera, Al Boasberg, que lo reescribiera por enesima vez e imaginara una escena cómica memorable. Boasberg, harto tambien de los malos modos de Thalberg, abandonó la produccion, no sin antes cumplir con el encargo  y despues de telefonear al productor y decirle: ¨De acuerdo, Sr. Thalberg. Ya lo tengo hecho, pero si lo quiere ver tendrá que ir a mi oficina y agarrarlo. Yo me marcho a casa. Ahí se lo dejo ¨.
Cuando Thalberg, acompañado por Groucho, Chico y Harpo Marx, se presentaron en el despacho de Boasberg, a simple vista no habia guion alguno. Registraron el lugar de arriba abajo, y cuando ya se daban por vencidos..., descubrieron que el guion de una escena estaba cortado a trozos con una tijera, y los pedazos, ¡clavados en el techo! ¨Nos costó cerca de cinco horas volver a recomponerlo ¨, diria Groucho, ¨ pero valía la pena, porque resulto ser el centro de una de las escenas mas famosas que hemos hecho ¨. Esa escena no era otra que la del camarote del barco de pasajeros que se llena de personajes hasta que, finalmente, todos salen disparados cuando alguien abre la puerta. No obstante, la misma generaba muchas dudas en torno a su efectividad comica, hasta el punto de que varios ejecutivos del estudio, Metro-Goldwyn-Mayer, sugirieron su supresion. La escena se mantuvo gracias a la insistencia de Thalberg, convencido de que seria una de las claves del exito del film.

El maquillaje que lucia Vincent Price en el film: House of Wax, 1953, dirigido por: André de Toth,  fue espectacular. Aquel rostro horriblemente deformado por el fuego fue creacion de Gordon Bau. Segun Price: ¨Me dijeron que era uno de los maquillajes más eleborados jamás realizados... George, bajo la supervision de dos doctores, pasó terribles penalidades para estudiar tejidos con cicatrices de quemaduras. Estos se moldeaban en plástico y se aplicaban con goma o colodion, para despues pintarse con los muchos colores del maquillaje. Necesitabamos casi tres horas para colocarlo y casi tanto tiempo para retirarlo... y ambos procesos eran muy dolorosos... A veces, tenia que llevar el maquillaje durante diez horas. No podia comer, ya que la boca estaba parcialmente tapada  por ¨tejido cicatrizado¨, asi que bebia mucho liquido, y a causa de andar por ahi con el maquillaje, una vez me desmaye por falta de oxigeno ¨. Un momento muy especial fue la creacion del maquillaje para la escena en la que Phyllis Kirk golpea la cara aparentemente normal de Price, y debajo de la misma, oculto por una mascara de cera, aparece su autentico rostro quemado: ¨ Se hizo un modelo de cera de mi cara ¨, añade Price, ¨ y luego otro de mi cara quemada. La real se agrando para que encajara sobre la desfigurada, y durante una hora terrorifica lleve dos mascaras mientars la camarta era situada y el director quedo satisfecho para, ¡con suerte!, una toma perfecta. Funciono¨.    

Tanto Bela Lugosi como Frank Langella, no usaron colmillos para sus respectivas interpretaciones del conde Dracula. En cuanto a Langella, cuando le ofrecieron interpretar a Dracula, el actor puso dos condiciones e inisistio en las mismas, la primera fue que no habria escenas con colmillos goteando sangre y la segunda que Langella no haria promociones comerciales como Dracula.





Hay veces en que los rodajes para un actor resultan ser verdaderamentes duros y hasta mortales, como lo fue el caso de: The Good, The Bad and The Ugly, 1966, dirigida por: Sergio Leone, para el actor: Eli Wallach. En dicho rodaje, Wallach las paso un poco mas dificiles que sus compañeros, cuando, en el set, casi se envenena despues de haber bebido el acido que se usaba para quemar las valijas llenas de monedas de oro, el liquido era para hacer que las mismas se abrieran mas facilmente cuando eran golpeadas con la espada. El acido habia sido colocado en una botella de limonada y Wallach no lo sabia. Tuvo que beber mucha leche y filmo la escena con la boca llena de llagas. Sin embargo, ademas del problema con la bebida, el actor casi termina decapitado y esto hubiera ocurrido en la escena del tren, si Wallach hubiera levantado la cabeza un poco mas de lo que la levanto.

En el film del año 1974: Flesh Gordon, dirigida por , varios fueron los artistas de efectos especiales que trabajaron durante el rodaje, entre los mismos estuvieron: Rick Baker; Jim Danforth; Dave Allen; y Dennis Muren. Los efectos terminaron siendo tan buenos, que recibieron una nominacion a los premios Oscars en el apartado a efectos especiales; sin embargo la academia prefirio no darle aquel año un premio en esa categoria porque muy pocos films presentaron efectos visuales. ¿Quizas haya tenido algo que ver el tema del sexo para que le hayan negado el premio?                              

3 comentarios:

Lost Boy dijo...

Mr. Belknap. Como siempre interesante y curiosa información que muchas veces desconozco. Pobre Wallace menos mal que no fue peor y acabo bien un western que ha pasado ya ha formar parte de la historia del cine.
Un saludo

Belknap dijo...

Mr. Lost Boy, celebro de que le haya gustado la entrada y menos mal que este actor pudo contarla. Le dejo un gran saludo y gracias por la visita y el comentario.

Charly Hell dijo...

Muy buen post, ya sabes que me encantan las historias detrás de las cámaras (tanto o más que las propias películas).

Un saludo.