Desde siempre es que el misterioso mundo de lo paranormal lo fascina al ser humano. Personas de todas las nacionalidades, en solitario o participes de grupos interesados en estos temas, han tratado de buscar pruebas irrefutables sobre este mundo invisible. En cuanto a sociedades de lo paranormal, por citar solo un ejemplo, tenemos a aquella formada en la Inglaterra del S. XIX: The Ghost Club; este club tiene sus raices en la Cambridge de 1855, en donde algunos de los alumnos del Trinity College hablaban de fanatsmas. Este club comenzo oficialmente en 1862, y entre sus miembros se encontraban: Charles Dickens y Sir Arthur Conan Doyle, Algernon Blackwood, Arthur Machen, W. B. Yeats, Peter Cushing, y varios mas. El club continua abierto hoy en dia con sus investigaciones.
En el septimo arte, aquellas casas habitadas por espeluznantes fantasmas son habitues del genero fantastico; peliculas como: The Haunting, 1963, dirigida por: Robert Wise; The Legend of Hell House, 1973, dirigida por: John Hough; The Amityville Horror, 1979, dirigida por: Stuart Rosenberg; Beetlejuice, 1988, dirigida por: Tim Burton, son solo algunos de los muchos films centrados en este particular mundo.
En 2015, de la mano del director: Jason Stutter, llego: The Dead Room, un film muy interesante sobre investigadores de lo paranormal en pleno trabajo.
Liam Andrews ( Jed Brophy [ 1963 ] ), Scott Cameron ( Jeffrey Thomas ), y Holly Matthews ( Laura Petersen ) son investigadores de lo paranormal. En medio del estudio de una supuesta casa embrujada, obtienen lo que han ido a buscar y tal vez algo mas.
Jason Stutter aborda el mundo de la investigacion paranormal de forma realista y efectiva; recrea de manera acertada todos aquellos posibles pasos para una investigacion de esta envergadura, que van desde la colocacion y uso de distintos dispositivos para registrar cualquier anomalia, pasando por la obligada sesion espiritista como medio de comunicacion; asi como tambien, pone el enfoque en aquellos que llevan adelante un estudio de estas caracteristicas: los mismos investigadores, mostrados aqui como personas comunes, que, a pesar de estar curtidos por la experiencia, aun pueden sentir miedo y hacerle frente, y que tienen una familia, en definitiva, son humanos. A su vez, el director crea un muy buen clima sin necesidad de falsos sustos, manejando muy bien todo lo relativo a lo paranormal, obteniendo muy buenos momentos: la apertura de titulos, con esa camara paseando por esa habitacion sucia y los ruidos de fondo; toda la investigacion; las sesiones; la primera vez que aparece el fantasma; las charlas y otros varios instantes.
Por el lado del elenco, los tres actores son estupendos, todos ellos lucen naturales, dejando la sensacion de que realmente investigan este tipo de cosas desde hace mucho tiempo; en el caso de la hermosa Laura Petersen, la actriz durante todo el film se muestra muy convincente, como por ejemplo cuando dice tener frente a ella a un fantasma; en cuanto a Jed Brophy, al igual que sus dos compañeros de elenco, su trabajo le sale con total naturalidad, dejando entrever a un personaje entrañable y luego lo tenemos a Jeffrey Thomas, interpretando a un personaje pensante, esceptico, magistral el instante en que le tiemblan las manos mientras sostiene una taza, despues de presenciar un evento paranormal.
El misterioso encanto de las casas embrujadas se puede encontrar en este film neozelandes, solo hay que atreverse a cruzar el umbral para disfrutar de un tetrico momento; como dato curioso, este film se inspiro en una leyenda urbana sobre una misteriosa casa real ubicada en Otago, Nueva Zelanda, que tiene una puerta que se abre sola, a pesar de tener puesta cerradura doble y la produccion del rodaje visito el lugar y experimento extraños problemas con el equipo de video.