Un policia frances muere a manos de un grupo de narcotraficantes y sus colegas deciden vengarlo; luego de investigar el paradero de los asesinos, los policias se dirigen a la vivienda de los malvivientes, hasta ahi todo bien, pero el asunto se tuerce y los policias son capturados por los malvivientes. Sin embargo, tanto para los policias como para los narcotraficantes, esa sera una noche para no olvidar, ya que sin que nadie se lo espere, los muertos vuelven a la vida con deseos de comer; son agiles, violentisimos y pobre de aquel que no pueda escaparse. En caso de que quieran salir con vida, a los policias y a los malvivientes solo les quedara una opción para seguir con vida en aquel infierno: unir sus fuerzas.
Habiendo films de tematica zombie hasta en la sopa, de buena y mala calidad, La Horda es de la clase que sorprende gratamente, empezando como un policial de revanchas, para transformarse luego en un film de zombies de ritmo arrollador, en donde no hay posibilidad para el aburrimiento. Dahan y Rocher inundan a la pantalla con potentes imagenes, como aquella en la que todos los maleantes acribillan a tiros al zombie que sale del baño, la escalofriante escena de la azotea, el maloso peleando él solo y a mano limpia contra dos zombies, o la escena en que a una mujer zombie le disparan en las piernas. Pasillos en penumbras, zombies hambrientos, furiosos y veloces, y unos tipos duros que ponen el pecho y no tienen ningun problema para el gatillo facil en una situacion pesadillesca son el condimento justo para quedar atrapado y no querer leventarse del sillon.