Trono Escatológico.
La condición sine qua non es de disponer del trono escatológico. No quiere leer el guión: mis ideas son mejores que las suyas ¨. Quiere elegir a la corte entre sus amigos. Quiere decir lo que le venga en gana, y además, cuando firme el contrato, se dignará regalarme tres ideas, que podré utilizar o no.
El ¨ happening ¨ Daliniano nos costará 700.000 dólares. Le pedimos algo de tiempo, una noche, para pensarlo y nos separamos. Por la noche, arranco una página de un libro del Tarot; hay una carta reproducida: el colgado. Le escribo una nota diciéndole que la película no puede pagarle 700.000 dólares pero que intentare convencer a los productores de que le utilicen tres días por 300.000 dólares.
Al día siguiente le mandamos la carta. Nos contestara en Paris.
En Paris, nos invita por telefono a una cita en el hotel Meurice. Nos sorprendemos al ver que no está sólo, con él hay una veintena de personas; marchantes, modelos, muchachos apuestos, una señora a la que llaman El Rey y que es viril, una enorme holandesa que va a posar para que Dalí pinte su sexo, un personaje que dice ser el nieto del Pedómano ( el que, en 1900, se peía en los Music – Halls y que según Dalí hacia con el culo lo que Tino Rossi no podia hacer con la garganta ).
No tenemos oportunidad de hablar con el pintor por que nos lleva a una cena donde quiere discutir sobre la película. Por el camino voy preparando las preguntas: ¿ cómo muere el emperador ?, ¿ cómo es su palacio ? , ¿ cómo se viste ?, etc.
En la fiesta, en la que esta Mick Jagger, Nathalie Delon, Johnny Hallyday y otras celebridades, Dalí demuestra su entusiasmo por el papel del emperador, y cuando le entrego mi cuestionario diciéndole: ¨ he venido preparado . ¨ me contesta: ¨ Yo también ¨ y se saca del bolsillo un dibujo del W.C. de los delfines: ¨Es imprescindible ver al emperador hacer pipí y popó. ¨ Le pregunto si esta dispuesto a mostrar su sexo y su ano y me dice que no y que quisiera ser doblado, que solo quiere ser visto sentado.
Dalí dice que considera mi carta como un contrato y que le emociono mucho la imagen del colgado y dice: ¨ Veo al colgado con los pelos como raíces en la tierra y saliéndole por el culo, una columna de mierda con capitel uniéndolo al cielo. ¨ Unos dias mas tarde nos llama el nieto del Pedómano para citarnos en Barcelona. Pero Dalí me llama antes para invitarme a otra comida y hablarme de su papel. No quiere ser dirigido. Quiere hacer lo que se le antoje. Le pregunto: ¨ Si fuera un rico hacendado, y le pidiera que me pintara lo que quisiera, pero en un cuadro de forma octogonal, ¿ Lo haría ? ¨
Dalí: ¨ Sí. ¨
Yo: ¨ Entonces, podemos trabajar juntos, le dirigiré haciéndole preguntas ( la forma ) y usted las contestara como le plazca con actos. ¨
Amanda Lear
Dalí acepta. Por mi parte pienso que la batalla va a ser formidable. Voy a tener que buscar preguntas como una única respuesta. Y además tengo que prever sus contestaciones como en una partida de ajedrez.
Por ejemplo, si le pregunto cómo va a vestirse el emperador es muy posible que conteste: ¨ en el año 20000, Dalí será considerado un dios, como ocurre con Cristo. El emperador Padishah vestirá como Dalí. ¨
Si le preguntó cómo va a ser su palacio, puede contestar: ¨ Como una reproducción de la antigua estación de Persignan. ¨
Si doy pie a que conteste esto, se carga DUNE, y hay que hacerle comprender que existe un límite: Dalí no puede interpretar a Dalí. La idea de este juego me parece auténticamente surrealista y estoy más dispuesto que nunca a trabajar con el pintor sin tener en cuenta las palabras de Amanda Lear que, en un apartado en la cena, tentada por la idea de interpretar a Irulan, la hija del emperador, me dice que el maestro es un saboteador por masoquismo, que le gustan las cosas que fallan y que la palabra ¨ perfección ¨ le saca de quicio. Un cineasta que trabajo con Dalí para la televisión me dice que es imprevisible hasta el punto de elegir los rincones más oscuros para ser filmado justo después de que te hayas pasado el día iluminando unos decorados en los que, en el último momento, se niega a poner los pies.
Se me ocurre que será necesario iluminar el día del rodaje con Dalí, no solo los decorados sino también los pasillos, los cuartos de baño, los techos, todo. Si no hay rincones oscuros, he ganado la batalla. Me dice que, para él, mi carta con la imagen del colgado es su contrato.
En Barcelona, llega con una hora de retraso. Antes de ir a verle, decidimos enfrentarnos al problema por teléfono.
Hablo con el descendiente del pedómano: ¨ Escuche, no perdamos mas tiempo, no podemos ofrecer a Dalí 300.000 dólares, solo tenemos 150.000. Si no le interesa nos volvemos a Paris. Si el asunto le sigue interesandollámenos dentro de diez minutos. ¨
Al cabo de diez minutos, el pequeño pedómano nos llama: ¨ Vengan, Dalí les espera. ¨ Esta vez Dalí esta relativamente solo, están presentes Amanda Lear y dos secretarias. Dice, en tono despreciativo: ¨ Dalí es como un taxi, cuanto mas pasa el tiempo más caro sale; y ustedes, cuanto mas tiempo pasa, menos quieren pagar. ¨ Le presento rápidamente a Jean Paul Gibon que va a defender los intereses de Michel Sidoux. Intento razonar con él. Es difícil y para nosotros casi imposible rodar en Cadaqués, la película debe hacerse en Paris. Quiero por 150.000 dólares tres días y no una hora y media de rodaje. Tambien quisiera un muñeco de polietileno, su replica, para usarlo como doble en la película. Dalí se enfada. Grita: ¨ ¡ No os saldreis con la vuestra ! Ire a filmar a Paris, pero el decorado os saldra mas caro que el paisaje de Cadaqués y el entorno de mi museo. ¡ Dalí cuesta 100.000 dólares la hora ! ¨.
Con amargura, se tranquiliza y acepta la idea de hacerse reproducir en plastico si después de la película se dona la escultura a su museo. Acordamos cerrar definitivamente el contrato al dia siguiente. Hablando con Jean Paul Gibon llegamosa a la conclusión de que es imposible regatear con Dalí. Tras mucho pensarlo tomo una decisión final: reduzco el papel de Dalí a una hoja y media del guión: acepto su precio, 100.000 dolares la hora, pero solo le contrato una hora. El resto lo filmare con su doble robot. Dalí tampoco puede permitirse echarse atrás. Vamos a verle. Le doy la pequeña pagina y media y Dalí acepta porque su honor esta en juego. Será el actor que mas haya cobrado en la historia del cine. Ganara mas que Greta Garbo.
Dalí me enseña con entusiasmo su cama de madera esculpida con delfines. Un artesano ya esta allí tomando las medidas del delfín para hacer la taza. Tanto para Dalí como para mi, la carta del ahorcado sobre la que hemos escrito unas palabras hace las veces de contrato.
A Dalí le gusta la aristocracia y como todo hombre de espiritu noble, respeta su palabra.
Para celebrar la firma del contrato vamos a una cena por todo lo alto en la que Dalí es nombrado caballero del Cangrejo. Me sienta a su derecha y, frente a él sienta a Passolini. A lo largo de toda la cena introduce con la punta de los dedos, comida en la boca de Passolini.
El detalle me inquieta porque somos los primeros en querer a Dalí como actor y nos extraña descubrir junto a nosotros a otro director.
Amanda Lear me dice: ¨ No se inquiete. Passolini solo esta aquí para pedir permiso para utilizar un cuadro de Dalí como poster de su película ´ Los 120 Días de Sodoma ´. Dalí le pide 100.000 dólares, le gusta que se peleen por él. ¨
No Era Bastante Hollywood
Me gusta luchar por DUNE. Ganamos casi todas las batallas pero perdimos la guerra. El proyecto fue saboteado en Hollywood.
Era francés y no norteamericano. Su mensaje no era ¨ bastante Hollywood ¨ . Hubo intrigas, pillaje.
El story – board círculo por las principales productoras. Después, el aspecto visual de ¨ Star Wars ¨ se parecera mucho a nuestro estilo.
Para hacer ¨ Alien ¨ llamaron a Moebius, Foss, Gigger, O´Bannon, etc. El proyecto enseño a los norteamericanos la posibilidad de hacer películas de ciencia-ficción a gran escala y fuera del rigor científico de ¨ 2001 Odisea del Espacio ¨ .
El proyecto de DUNE cambio nuestras vidas.
Cuando ya desistimos, ingresaron a O´Bannon en un hospital psiquiatrico. Después volvio a trabajar con ahínco y escribió doce guiones que fueron rechazados. El decimotercero fue Alien .
Como él, todos los que participaron de la ascensión y caida del proyecto de DUNE aprendieron a caer una y otra vez con la misma obstinación hasta que aprendieron a mantenerse en pie. Recuerdo a mi viejo padre en su lecho de muerte diciéndome feliz:¨ Hijo mío, he triunfado en mi vida, porque aprendí a equivocarme.¨
Alexandro Jodorowsky