En ciertas ocasiones, durante un rodaje, las situaciones personales le juegan una mala pasada al actor y el director debe hacer un alto para que todo vuelva a su cauce; de los caballos se puede decir que son actores sufridos, muchos films son el claro reflejo de este maltrato, uno de ellos ha sido: " La Carga de la Brigada Ligera " en donde estos animales no la pasaron nada bien. En esta nueva entrega de Vidas de Cine, podran leer lo que le ocurrio a Anthony Hopkins durante el rodaje de: " The Good Father " y el truco de la " W continua ":
Anthony Hopkins vivió un divorcio traumático de su primera esposa, Petronella ¨ Petra ¨ Barker, con la que estuvo casado entre 1967 y 1972. Años después, Hopkins protagonizó una poco conocida película: " The Good Father ", dirigida por Mike Newell, 1985, alli interpretaba a un divorciado que lucha por la custodia de su hijo. Durante el rodaje el actor ofreció una interpretación intensa, dado que muchas de las situaciones descritas en el guión parecían reflejos de escenas de la vida real de Hopkins y Barker. Filmando una en la que el ex-marido interpretado por Hopkins se encara con su ex-mujer, encarnada a su vez por Harriet Walter, y ambos se ponen a discutir rodeados de los juguetes de su hijo, el actor no pudo resistir el paralelismo con su propia situación personal, se detuvo y rompió a llorar. Newell hizo parar el rodaje y solo cuando Hopkins se calmó volvieron a filmar la escena.
Tras el estreno de: " La Carga de la Brigada Ligera ", dirigida por Michael Curtiz, 1936, todo el mundo coincidió en que se trataba de una de las mejores películas de aventuras de su época. Pero también se desató una amarga polemica; tan pronto como se supo que, durante su filmación, se rodaron todas las secuencias con caballos usando un truco llamado: el de la ¨ W continua ¨, consistente en hacer tropezar a los equinos atándoles cables a las patas delanteras que se enganchaban a postes de madera clavados en el suelo por debajo del encuadre de la cámara. Bastaba entonces con tensar el cable para que el caballo se enganchara y cayera espectacularmente al suelo, lanzando por los aires al especialista que lo cabalgaba. El animal solía, además, caer de cabeza, con resultados nefastos. El rodaje de estas escenas se saldó con más de cincuenta caballos heridos, muchos de los cuales de tanta gravedad que hubieron de ser sacrificados. Incluso el protagosnista del film, Errol Flynn, era contrario a esta práctica atroz y así llegó a expresárselo a los productores, los cuales no hicieron el menor caso de sus quejas. Es más, lo que hicieron fue fingir que las atendían, pero en la práctica y a sus espaldas mandaron a una segunda unidad al desierto de Sonora en Mexico para terminar de rodar esas escenas, pues la legislación mexicana era todavia más tolerante que la estadounidense en materia de maltrato a animales. La Sociedad Californiana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales visitó Sonora y demandó a la productora, Warner Bros., la cual al final apaciguó los ánimos imponiendo algunas pequeñas multas a miembros del equipo, pero ninguna al realizador Michael Curtiz. Una vez estrenada: " La Carga de la Brigada Ligera " fue objeto de feroces ataques por parte de la misma sociedad californiana, que además veía con malos ojos que en la película se glorificase la caza de leopardos, y del Sindicato de Mujeres del Imperio en Inglaterra, el cual ejerció una fuerte presión sobre el Comité Británico de Censura Cinematográfica para que prohibiese su estreno en Reino Unido. El asunto en Inglaterra se zanjó agresivamente, con Warner Bros. amenazando con demandar a dicho sindicato por libelo, el cual depuso su actitud para evitarse males mayores. A pesar de todo, a partir de ese momento los estudios de Hollywood empezaron a mostrarse más sensibles al maltrato de animales en los rodajes. Sin embargo, y lamentablemente, ese respeto tardó en implantarse en el cine mundial, hasta el punto de que, en los años cincuenta, una reposición en cines de: " La Carga de la Brigada Ligera " en los Estados Unidos siguió levantando controversia por la misma cuestión.